jueves, 29 de abril de 2010

música para disfrutar

Hace unos días me compré el disco “Raconte-moi” de Stacey Kent . No conocía a esta cantante americana y la verdad que me sorprendió muchísimo no sólo por su voz, sino también por las versiones de las canciones francesas que recoge en él.

“La grabación de Raconte-moi me ha recordado el por qué me hice músico”, dice Stacey Kent. Es el octavo álbum de la luminosa carrera de la cantante americana que un buen día llegó a Europa para estudiar francés, italiano y alemán y hacer un master en literatura comparada. Raconte-moi es una colección de 12 temas cantados en francés,en la que se mezclan los clásicos más queridos con canciones compuestas para Stacey por jóvenes talentos. La sensualidad fluye por todas las canciones, especialmente por Au coin du monde (otro tema de Biolay-Ann), Mi amor (de Claire Denamur) y Sait-on jamais? (de Camille d’Avril y Jim Tomlinson, saxofonista, productor y marido de Stacey Kent). El magnífico grupo que acompaña a Stacey y los arreglos de Tomlinson crean una atmósfera delicada, de la que es imposible escapar. Otras dos canciones (Raconte-moi y La Vénus du Mélo) están escritas por Emilie Satt, Jean-Karl Lucas y Bernie Beaupere y reflejan una de las cualidades vocales más asombrosas de Stacey: esa intimidad burbujeante, tan profunda como luminosa.

Se diría que la emoción que desprende la voz de Stacey encuentra en su expresión en francés una intensidad superior. Un magnífico ejemplo es su interpretación de Mal de vivre, de la genial Barbara, o en la recreación que hace de Les vacances au bor de la mer, de Michel Jonasz y Pierre Grosz. El amor de Stacey Kent por la música brasileña y los clásicos del cancionero americano también está presente en Raconte-moi. La primera canción del disco es una efervescente versión en francés de Les eaux de mars, la joya de Antonio Carlos Jobim con letra de Georges Moustaki, y también incluye una adaptación del clásico de Richards Rogers y Oscar Hammerstein (C’est le printemps) con una letra de Jean Sablon y Jean Geiringer aún más agridulce que la original en inglés.

El disco se completa con dos canciones que parecen hablarse a través de generaciones. L’étang, de Paul Misraki, magníficamente cantada por Danielle Darrieux en los años 50, y la canción que lo cierra: Désuets, de Pierre-Dominique Burgaud y André Manoukian, que nos recuerda que la belleza, sobre todo la de una voz como la de Stacey Kent, nunca pasa de moda.

Información extraída de la página http://www.emimusic.es/


http://www.youtube.com/get_video?video_id=cECqQWw6Xmw&t=vjVQa1PpcFN1ROwbYQsj7VZ9oPwdiFgyG0MFU_pRGKQ=&fmt=18


miércoles, 28 de abril de 2010

haikus de primavera


Y junto al camino


desprenden las rosas

aromas de primavera.








Leve es la primavera:

sólo un viento que va

de árbol en árbol.

Aró



martes, 27 de abril de 2010

Hace ya casi un año que no actualizo el blog porque mi ser andaba experimentando y creando con hilos entramados.

Ahora que ya ha llegado la primavera vemos como la naturaleza se manifiesta más creativa que las épocas anteriores y la tierra reverdece hasta en los lugares más inhóspitos.


Como dijo Pablo Neruda:



"Podrán cortar todos los árboles,
pero no podrán detener la primavera."